lunes, 26 de julio de 2021

En Alemania, la libertad también significa estar al desnudo

El movimiento nudista alemán ha perserverado entre personas de todas las edades durante eras como la nazi, la comunista y la de Instagram.



La primera vez que Michael Adamski vio a su suegra desnuda fue una situación incómoda.

Pero no tan incómoda como cuando Adamski vio a su jefe desnudo.

Adamski, oficial de policía en Berlín que investiga casos de delincuencia organizada, empezó a ir a un campamento nudista en un lago ubicado en las afueras de la capital alemana después de conocer a su esposa, cuya familia tenía una cabaña en el área.

Un fin de semana, cuando apenas comenzaba a acostumbrarse a quitarse la ropa frente a sus suegros, se encontró en el campamento al coronel de mayor rango en su comisaría… y el coronel lo retó a jugar tenis de mesa.

Desde entonces, Adamski y el coronel se tutean.

“Ya que jugaste pimpón con alguien al desnudo, no puedes llamarlo ‘coronel’”, dijo Adamski. “La desnudez nos convierte en iguales”.

A los alemanes les encanta desnudarse. Se han estado desnudando en público por más de un siglo, cuando los primeros naturalistas se rebelaron contra las suciedades de la industrialización y luego de la masacre generalizada de la Primera Guerra Mundial.



“La cultura del cuerpo libre”, que básicamente significa tener expuesto todo el cuerpo para darse baños de agua o de sol (a veces mientras uno hace ejercicio), se volvió la mayor consigna para quienes abogan por un estilo de vida saludable y armonioso como un antídoto a la destructiva modernidad.

El campamento al que acude Adamski, fundado en 1921, fue el primer club nudista de lago que operó con permiso en toda Alemania. Casi cien años después hay riberas enteras designadas como áreas nudistas. El país tiene un sendero oficial de nudistas, hay eventos deportivos nudistas —desde yoga al desnudo hasta andadas en trineo al desnudo— y las saunas en Alemania son de uso mixto y, sí, al desnudo. La gente también se quita la ropa con frecuencia en televisión.

Es algo que puede desconcertar a cualquiera que llega a Alemania de otro lugar. Hace poco que llevé a mi marido, británico, a una sauna cerca de Berlín, él no sabía ni a dónde dirigir la mirada.

En la piscina había cuerpos al desnudo flotando sobre el agua y al lado, cuerpos desnudos en los camastros cerca del bar. Había cuerpos desnudos haciendo fila para comprar helado en el área de jardines, con solo sandalias y sombreros contra el sol… en un caso había alguien con playera (pero sin pantalones).

Cuando mi marido y yo pensamos que realmente ya habíamos visto todo, anunciaron que era la hora para practicar zumba acuática. Al desnudo.


























A los alemanes incluso les encanta contar una anécdota sobre la canciller Angela Merkel. Según lo cuentan, la noche que cayó el Muro de Berlín, la política que creció en Alemania oriental decidió acudir a su cita semanal en una sauna antes de cruzar hacia Occidente.

Tal vez es porque en Alemania el acto de desnudarse tiene mucho que ver con luchar contra la represión.

“Se trata enteramente de la libertad”, dijo John C. Kornblum, exembajador estadounidense en Alemania que ha vivido ahí intermitentemente desde los años sesenta (y recuerda la vez en que le gritó un alemán desnudo porque él no se había quitado su traje de baño antes de entrar a un jacuzzi).

“A los alemanes les da miedo la libertad y la anhelan al mismo tiempo”, dijo Kornblum. “Tienen tan arraigadas las ideas de jerarquía y de seguir las reglas que muchos consideran impensable la discordancia pública para temas sociales o de política. Cuando la gente camina desnuda por una playa obtiene una dosis de sentirse rebelde”.

Los nazis intentaron eliminar el nudismo, al igual que el régimen comunista. No lo lograron.



No es que muchos alemanes anden siempre al desnudo en público, pero el nudismo es suficientemente común como para que sea una cuestión de espíritu nacional.

“La mayoría de los alemanes consideran perfectamente normal estar desnudos en una sauna, ver pechos al desnudo en la playa y a niños al desnudo en la sección para niños de la piscina”, dijo la profesora Maren Möhring, historiadora de cultura y experta en nudismo de la Universidad de Leipzig.

Aunque hay nudistas en otras partes del mundo, Möhring dijo que en ningún otro país se ha generalizado tanto el movimiento. “Es una excepción alemana”, comentó.

Una clave para entender la actitud tan relajada respecto a la desnudez, según Möhring, es que desde sus inicios el nudismo fue presentado como algo asexual. El argumento era que los bikinis sí sexualizaban el cuerpo pero que “el nudismo es rendirle culto a lo natural”, explicó la académica.



El historiador social Stefan Wolle lo puso así: “Es lo menos erótico del mundo”. Wolle ayudó a crear una instalación sobre el nudismo en el Museo DDR, el cual tiene exhibiciones sobre la vida en la comunista República Democrática Alemana, o Alemania Oriental.

Una mañana reciente, en una playa de la costa del mar Báltico, le pregunté a Tina Müller, alemana de 39 años y madre de dos hijos, qué la llevó a decidir desnudarse. Más bien me cuestionó a mí: “¿Qué te llevó a decidir ponerte un traje de baño incómodamente mojado y ceñido?”.

Müller entonces me explicó que cuando nadas al desnudo “sientes el hormigueo sobre la piel. Se siente cada movimiento de las olas, cada golpe de viento, directamente en tu piel. Sientes el cuerpo entero. Te sientes vivo, te sientes libre”.

A algunos les preocupa que la tradición nudista de Alemania esté perdiendo su encanto, en parte por el uso generalizado de móviles con cámaras y la popularidad de plataformas para compartir las imágenes, como Instagram.



“Muchos jóvenes no quieren desnudarse porque no quieren terminar en fotos compartidas por todo el internet al día siguiente”, dijo Möhring.

La membresía formal en clubes de nudismo ha caído a 32.000, la mitad de la cifra que tenía hacia finales de la era comunista. Pero Christian Utecht, presidente de la Asociación de la Cultura del Cuerpo Libre para Berlín y Brandeburgo, dijo que los números van otra vez al alza a medida que las familias más jóvenes redescubren el igualitarismo que conlleva el nudismo.

“Cuando empiezas a conocer a la gente al desnudo, todas las cuestiones de estatus dejan de importar”, dijo Adamski, el policía. “Dejas de prestar atención a qué tanto costó su traje sastre o de qué marca son sus zapatos”.

De hecho, Adamski comentó que hace unos días se topó con un compañero nudista del campamento en el lago. Pero dijo que no reconoció al otro hombre en un inicio porque “traía puesta ropa”.



Christopher F. Schuetze colaboró con el reportaje.

Katrin Bennhold ha sido corresponsal internacional de The New York Times desde 2004. Primero estuvo en Francia; después, en el Reino Unido, y, ahora, en Alemania; ha escrito de diversos temas, como política europea, terrorismo, género e inmigración. @kbennhold

viernes, 16 de julio de 2021

"Corporal" de Óscar Cebolla Bueno

     Hoy en el blog tenemos el placer de reseñar un libro magnífico que por fin tenemos entre manos y creo que puede ser de gran interés para el nudismo. Se trata de "Corporal" que más que un libro es una obra maestra. Y lo digo desde ya para que no os haga falta leer toda la entrada y si te ha invadido el ansia viva te pongas a la búsqueda para tenerlo en tu poder cuanto antes. Aunque tengo que hacer una advertencia: la edición es exclusiva, limitada, y cuando esta entrada vea la luz quizá ya no haya forma de conseguirlo. Ah, se siente, yo ya tengo el mío.

     Antes de nada quiero hablaros un poco de su autor, no mucho que igual se nota que es amigo y entonces los envidiosos dirán que no soy objetivo. Aíslen ustedes a los envidiosos en el mayor de los ostracismos, por favor.

Su autor se llama Óscar, su primer apellido no tiene rima y el segundo le define bastante bien, porque Óscar es muy bueno en todo lo que hace. Si nos ponemos a repasar sus obras publicadas hay desde libros infantiles hasta libros que relacionan el arte y el trabajo social. Y es que el arte es su pasión, aunque como la mayoría de los mejores es autodidacta y su talento le sale de las entrañas. Con mucho trabajo, eso sí, que también me consta. 

     Y en esta ocasión, que es la que nos importa, se ha atrevido con el cuerpo humano al desnudo, sin artificios, sin esconder nada. O al menos esa ha sido su intención y yo lo veo claro, a pesar de las dificultades que aún existen para mostrar cuerpos desnudos al natural y que no sean censurados por una moral cada vez más mojigata. De hecho de todo esto de la censura y la autocensura habla bastante en el libro y con mucha lucidez.

    Os adelanto que no sólo dibuja el cuerpo humano de maravilla y con un estilo propio sino que además escribe. Y escribe bien. Investiga, pregunta, se documenta y reflexiona, llegando a interesantes conclusiones, que la mayor parte de las veces son de lo más sencillo, pero que tanto cuesta entender a las personas para las que un desnudo es algo prohibido, algo tabú.

    A lo largo de las páginas de este libro que también os adelanto que es GRANDE, no os entrará en cualquier estantería, hace un repaso por la historia del desnudo en el arte, el modelaje, la relación del desnudo y el deseo, nos habla de la cosificación del cuerpo, la religión, el desnudo como protesta, los espacios donde se permite y donde no, la censura y por supuesto de nudismo, entre otros muchos temas.


     Para hablar de nudismo ha tomado como referencia a este blog y eso nos hace muy felices. Además nos ha dibujado, eso también nos hace felices, pero es que ver el blog nombrado en el libro es una experiencia muy bonita que le agradezco especialmente. 
     
     Dice que ha aprendido mucho sobre nudismo y la naturalidad del cuerpo desnudo gracias al blog y a las conversaciones que hemos tenido, así que hacerle una reseña al libro creo que es de justicia. Aunque no es un libro con mucho contenido en lectura, en algunos momentos me he emocionado con sus palabras, en otros he sonreído y en algún momento he experimentado sorpresa. También he aprendido cosas. En estos tiempos que un libro te mueva las emociones no es algo de poca relevancia.

     No quiero terminar este breve repaso a la obra de Óscar sin indicar nuevamente lo que ya he dicho al inicio, que más que un libro es una obra de arte, que vale mucho más que su precio, totalmente simbólico, porque está lleno de dibujos e ilustraciones de gran calidad y belleza, abrir el libro por cualquiera de sus páginas te lleva a contemplar una obra nueva llena de detalles y matices. Y de belleza natural, que es la que nos gusta en este blog



     También quiero destacar que los modelos para los dibujos  no han sido en ningún caso profesionales, ha desnudado a amigos, familia, conocidos y a sí mismo ¿quién puede conseguir algo así? Os lo aseguro, sólo Óscar Cebolla.



     Mil gracias por este libro, mil gracias por dibujarnos, por nombrarnos, por tratar el nudismo con tanto respeto y cariño. Y a quienes me leéis os desvelo una última sorpresa, las obras que contiene el libro forman parte de una exposición, ya os informaremos en su momento dónde y cuándo la podéis ver.      
     
     Óscar, amigo, mucha suerte con el libro, con la exposición, con tu vida y con todos tus proyectos, nos tienes para lo que quieras y deseamos con mucha fuerza formar parte también de "Corporal 2" ¿nos llamarás?


Eladio



martes, 6 de julio de 2021

¿Y si el naturismo fuera la clave para aceptarte a ti mismo?



En un momento en el que la llegada del verano nos anima a revelar nuestro cuerpo, los dictados y complejos (también) a menudo consiguen frenar este impulso. Excepto entre los naturistas, que abogan con fervor por el positivismo corporal. Entonces, para vivir felices, ¿vivamos desnudos?

La relación que uno tiene con la propia apariencia está empedrada de sentimientos intensos, complejos y, a veces, contradictorios. Entre el deseo de amarnos a nosotros mismos tal como somos , el deseo de liberarnos de las normas recortadas para una parte microscópica de la población y la matanza diaria de imágenes que indirectamente nos alientan a ver nuestros cuerpos como un enemigo , ya no sabemos a dónde ir. cabeza. Y muy a menudo, es nuestra autoconfianza la que se desmorona, acusando el golpe de presión social cargada de dictados imposibles de seguir.

Cuando llega la temporada de calor, es aún peor. Porque más que nunca, en las revistas, en las campañas de marketing, se siente la falta de representaciones fieles a la realidad. Y las mismas siluetas alargadas, retocadas al extremo, como los mandatos a adelgazar (que no desaparecieron con la crisis del Covid ), terminan haciendo sentir culpables a personas que no encajarían en estas filas. Es decir, la mayoría de los que están al otro lado de la pantalla.

Una encuesta para YouGov que data de 2020 incluso lo afirma: 2 de cada 3 mujeres dicen tener complejos en parte o en todo su cuerpo. La prueba de los estragos de una industria ultra-exclusiva, que afortunadamente, muchos están tratando de hacer avanzar. Activistas feministas, influencers corporales positivas , marcas que buscan más diversidad ... En los últimos años han florecido iniciativas que rompen con las normas. La consigna de este movimiento emergente: abogar por la autoaceptación . Un término que une tanto que promete un necesario dejar ir, por dentro y por fuera.

Pero entre los actores y actrices de este cambio del que hablamos menos, también hay naturistas . Personas que no hubieran esperado al 2020 para celebrar todas las siluetas. Lo aseguran, además: es dejándose caer la ropa que conseguirás desprenderte de la mirada crítica que se dirige con demasiada facilidad a lo que cubren. Y finalmente, amarnos como somos.

Entonces, ¿tenemos que desnudarnos para existir mejor? Hablamos con uno de los seguidores de este estilo de vida que ha tenido mala prensa durante mucho tiempo, para averiguar por qué en realidad sería un verdadero vector de positividad corporal. Descifrado.

La desnudez, un estado natural para ser desestigmatizado



Los naturistas estarían más satisfechos con su vida, según un estudio. Para creerle a Keon West, sociólogo británico y autor de la publicación en cuestión ( Desnudo y sin vergüenza. Investigaciones y aplicaciones de los efectos de las actividades naturistas en la imagen corporal, la autoestima y la satisfacción con la vida , publicado en 2017), es incluso sin atractivo. El hábito de la desnudez, tanto propia como ajena, impactaría directa y positivamente en la autoestima y la imagen de uno mismo y, en consecuencia, en la calidad de nuestra vida y el sentimiento que asociamos con ella.

Para vivir felices, vivamos desnudos, los resultados de esta investigación parecen estar cantando. Y no es la Federación Francesa de Naturismo (FFN) la que dirá lo contrario.

El pasado mes de mayo, la organización inauguró una exposición dedicada a "reconciliar a mujeres y hombres franceses con su cuerpo y su desnudez", para invitarlos a "tomar posesión de él". Un proyecto fotográfico disponible online , que presenta a 20 personas en su dispositivo más sencillo, y desea liberar a muchas más.

"El peso de los dictados de la sociedad sobre el cuerpo humano y en particular sobre el de la mujer ha aumentado con los años", apunta la FFN. "No faltan los mandamientos judiciales para cumplir con los criterios de belleza y cuerpo ... Normas vinculantes, incluso inalcanzables, impuestas por la industria de la moda, la publicidad y la pornografía ". Normas que ella pide que se levanten, como el tabú sobre el cuerpo desnudo, que fomenta la desnudez "sana y natural".



Fanny es una de las modelos por un día que se ha prestado al ejercicio frente a la cámara. El naturismo, lo practica desde pequeña, con su familia. Una costumbre que, admite, adolece de ideas recibidas duras y dañinas. Sin embargo, garantiza que sus detractores están equivocados. "El naturismo es el respeto a las reglas de higiene, el medio ambiente, la reconexión con la naturaleza, la autoaceptación, la tolerancia, la sencillez", enumera el seguidor, que insiste: "[Esto] no tiene nada que ver con la sexualidad. Los naturistas no son ni voyeurs ni exhibicionistas . " Por la buena razón de que "el naturista no mira".

También recuerda a los que lo han olvidado: "Todos nacen desnudos", lamentando que incluso hoy, "los padres ocultan los ojos de sus hijos cuando pasan frente a nuestras gradas. El naturismo no es una vergüenza sino una libertad". Y sobre todo, transmite virtudes emancipadoras.

"La vergüenza corporal es un fenómeno social muy importante"

Le preguntamos a Fanny: ¿qué siente cuando se quita la ropa? La respuesta habla por sí sola: "Una sensación de bienestar, para deshacerse de las pequeñas preocupaciones cotidianas. Para salir de las barreras económicas, sociales, físicas. Para volverse uno con su cuerpo".

Continúa atacando el flagelo de la vergüenza corporal , un "fenómeno social muy importante". Para ella, es fundamental "cambiar de mentalidad". "Todo el mundo debería poder mostrar su cuerpo tal como es, con sus defectos, imperfecciones, cualidades. Las cicatrices de la edad , la enfermedad, la discapacidad ya no deberían ser un tabú. Todo el mundo debería sentirse bien consigo mismo, sin ser señalado por sus diferencias. [Debemos] devolver la estima a nuestros cuerpos en su diferencia, sin prejuicios ni juicios ”.

Benevolencia comunicativa, leer otros testimonios. La de Amélie, en particular, que confió en las columnas de Slate el verano pasado haber encontrado en este grupo un efecto reconstituyente, incluso una dinámica feminista: “Antes de desnudarme, estaba acomplejada por mi peso. La comunidad naturista me acogió de inmediato. Allí nunca me sentí juzgado y eso me permitió hacer las paces con mi cuerpo ”. Lo mismo ocurre con Julien, que lo asocia con los medios de comunicación con una verdadera "terapia".

Tantas historias y argumentos convincentes, que podrían dar a los novatos el deseo de comenzar, con toda serenidad. O, en todo caso, dar una mirada completamente nueva y esencial a un "arte de vivir", como lo describe Fanny, que tiene una única ambición: escucharnos decir "amarnos como somos". Inspirador.



Fuente: 

https://www.terrafemina.com/article/naturisme-et-si-vivre-nu-etait-la-cle-pour-s-accepter_a358635/1