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jueves, 6 de junio de 2019

Desnúdate, tenemos que hablar.


Estaba leyendo en estos días un artículo que cayó en mis manos y donde se hablaba de todas las cosas que hace la gente para ocultar su cuerpo. Decía la protagonista de esa historia que se había pasado la vida haciendo caso a estilistas y asesores de imagen donde le recomendaban un tipo de prendas para disimular las caderas, o para la barriga, para parecer más alta o más delgada. Distintos tipos de maquillaje para disimular o resaltar sus facciones. Que si un sombrero determinado o hasta joyería específica para realzar una parte del cuerpo.


Comentaba la autora del artículo que un día de repente en una charla de amigos sale el tema y le dicen que todo eso no tiene sentido, que estar desnudos es la mejor experiencia. Que para ellos es su estilo de vida y que no les importa que se vean los michelines, los pechos caídos o muy pequeños, la barriga, las manchas de la piel y hasta las cicatrices que la vida ha ido imprimiendo en sus cuerpos. Todo eso no significa nada cuando uno está disfrutando de estar desnudo y en paz con su propio cuerpo, que es el que tenemos y el que debemos valorar.

Después de defender sus razones de estética, de pudor y de decoro, no dejó ella de darle vuelta a lo que sus amigos le habían contado y fue creciendo esa sensación de curiosidad que muchos hemos tenido en algún momento.

El verano siguiente aceptó ir a una playa nudista con sus amigos y si bien en un principio le costó quitarse la ropa y los complejos, finalmente lo hizo.

Esta mujer que probó y repitió experiencia es ahora una ferviente defensora del nudismo, le cambió la vida, sus valores y sus prioridades cambiaron y, quien lo diría, ya no oculta su cuerpo no solo a la mirada de los demás sino a la suya propia.

La grandeza del nudismo y como hace que todo adquiera su verdadera dimensión es el relativizar. Si nos comparamos con los cuerpos de revista siempre encontraremos algo que nos falta o nos sobra, pero allí es donde debemos recurrir a nuestra objetividad y poner en la balanza nuestro bienestar y lo que importa de verdad.


Cuando estamos desnudos junto a nuestros amigos o nuestra familia somos nosotros mismos, lo último que uno se fija es el cuerpo de los demás.

Me contaba un amigo una anécdota que le sucedió en un encuentro de nudistas donde conoció a una mujer con la que estuvo hablando un tiempo y a la que recordaba perfectamente, como también las cosas que habían comentado y los temas tratados. Días después cuando vio unas fotos del encuentro, se dio cuenta que esta señora estaba operada de un pecho y que le faltaba, solo tenía una gran cicatriz.  Él estuvo frente a frente con esta persona y no se dio cuenta del detalle.

Esta es solo una anécdota, pero los que estamos acostumbrados a frecuentar lugares donde la gente se desnuda cómodamente sabemos que es así. Nadie está pendiente de tus pechos, ni de tu sobrepeso o de tu pene pequeño. Solo importa que estas con tus amigos y amigas, que eres tú mismo sin barreras y lo principal, que tu estas a gusto con tu cuerpo.

Qué duda cabe que la mayor parte del tiempo lo pasamos vestidos, ya sea porque nuestra vida social lo requiere o por las inclemencias meteorológicas o simplemente porque también nos gusta la ropa. Esto no quiere decir que debamos negar nuestro bello cuerpo, y tan bien como nos vestimos podamos desvestirnos sin complejos.

Así es que ya lo sabes, la próxima vez que nos veamos, tal cual lo diría S.N.E.M. a quién sigo en su página: ¡desnúdate, tenemos que hablar!

Quique



Imágenes: 
Algunas de las fotos en esta publicación provienen de Google. Si encuentras una tuya y no quieres que esté en nuestro blog, avísanos y lo eliminaremos.

2 comentarios:

  1. ¡¡MUY CIERTO!!
    Cómo todo el mundo sabe, hay millones de personas que están muy acomplejadas por su cuerpo y cuando llega el verano más.
    Yo no me canso de decir a todo el que me quiera escuchar y de escribir en páginas de facebook, en las que la gente cuanta sus miedos y complejos, que todo esto desaparece siendo nudista, de repente el cuerpo (el tuyo y el de los demás) pasa a un segundo plano. Ya va siendo un tópico, pero es la realidad en entornos nudistas no ves cuerpos ves personas.
    Quique, muchas gracias por citarme… No hay nada más sincero que una charla al desnudo, sin postureo, sin prejuicios, sin nada que esconder… cara a cara, AL NATURAL

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  2. Gracias a ti SNEM por leernos y por aportar tu comentario a los artículos. Tenemos la herramienta para divulgar nuestro estilo de vida, y debemos aprovecharlo, estoy convencido que con eso podemos ayudar a mucha gente a quitarse complejos. Pero por mi parte con solo a una persona que pueda ayudar me doy por satisfecho.

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