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sábado, 16 de noviembre de 2019

Del nudismo democrático a la dictadura de Facebook (... y otras redes sociales)



Es difícil saber cuándo y cómo empezó esta forma de vida de vivir desnudos que hoy conocemos como nudismo o naturismo, aunque está claro que no es algo reciente sino que su origen se remonta varios siglos atrás, resurgiendo posteriormente en la Alemania de finales del siglo XIX.




Al parecer, su origen se podría remontar a la Europa clásica, cuando en Grecia y en una Roma pagana y libre de reglas y morales religiosas, se toleraban ciertas prácticas que involucraban al cuerpo de manera más abierta, como demuestran miles de pinturas y esculturas, que exhibían cuerpos desnudos, sanos y atléticos y mostraban técnicas de cuidado del cuerpo, mostrándolos sin prenda alguna en gimnasios, baños públicos, salas de masajes o en competiciones deportivas.




En una época s reciente, es en Alemania a finales del siglo XIX y principios del XX cuando hay un resurgimiento del nudismo, estando íntimamente ligado a la salud, a la actividad física y a la medicina preventiva. Debido a la creciente industrialización, surgen ideas naturalistas como una forma de contrarrestar los efectos negativos de la misma, fomentando la práctica de actividades nudistas al aire libre y en contacto con la naturaleza, y evitando el consumo de productos nocivos para la salud, como el tabaco y el alcohol.




Este movimiento, que recibió el nombre de “CULTURA DEL CUERPO LIBRE o FKK” (Freikörperkultur), empezó a convertirse en algo habitual y en 1913 había alrededor de 50 asociaciones FKK.

El movimiento FKK también fue utilizado como una herramienta política, exponiendo la desnudez como testimonio de la libertad e igualdad entre las personas de su sociedad.






Con la llegada de los nazis al poder en 1933, se prohibió oficialmente el nudismo, pero tras la Segunda Guerra Mundial (1939-45), la cultura renació en el oeste y a partir de finales de los 60, también en la extinta República Democrática Alemana (RDA), que después de condenarla e intentar prohibirla, entendió que representaba una vía de escape para una población reprimida. En la RDA cobró un valor desconocido en la otra parte del país: se convirtió en algo completamente normal y masivo, era el poquito de libertad que los ciudadanos disfrutaban y con ello tenían la sensación de que todos eran iguales, lo que convertía al nudismo, de algún modo, en algo muy democrático para ellos.

Así, el nudismo fue tolerándose y expandiéndose rápidamente por la costa báltica, hasta tal punto que comenzaron a abrirse oficialmente playas para los naturalistas del FKK.




Este movimiento también se fue extendiendo de forma diferente por otros muchos países de Europa y del resto del mundo a lo largo de los años y fue arraigando, con mayor o menor intensidad, en muchos de ellos.

Alemania fue liberada del nazismo, el muro de Berlín fue derribado, la guerra fría llegó a su fin y muchas de las dictaduras que gobernaban otros países fueron reemplazadas por gobiernos democráticos. Mientras tanto, el nudismo seguía creciendo y era tolerado y respetado cada vez en más países.

Pero de pronto, poco a poco y de forma sibilina, otra dictadura silenciosa fue entrando en este mundo globalizado bajo la apariencia de una gran sonrisa que todos consideramos como amiga y, sin pausa pero sin prisa, ha ido imponiendo sus reglas que, de momento, no encontramos formas de poder cambiarlas.

A estas alturas del artículo imagino que ya sabrás que me estoy refiriendo a la dictadura de las redes sociales, principalmente a Facebook y a otras redes que le pertenecen.

Inicialmente podríamos pensar que Facebook era una herramienta muy poderosa, con muchísimas ventajas y posibilidades y que, usada correctamente, podría ser muy beneficiosa, y es cierto que en muchos campos es así, pero, por otro lado, tiene su lado oculto que conlleva grandes inconvenientes.  

Sin darnos cuenta, las redes sociales nos han dirigido hacia lo que ellos consideran que se debe hacer, se debe pensar y se debe publicar, y lo han hecho norma, y el que no las cumpla se queda fuera de ellas. 

Y lo peor de todo es que han hecho creer que todo lo válido, lo que es aceptado, lo que está de moda, lo que es real, es noticia o es interesante está en Facebook y lo que no está en él, o no se puede aceptar o no existe.

De esta forma se ha generalizado, por ejemplo, el postureo, aumentando la presión por tener un cuerpo “perfecto” que mostrar, y se ha fomentado la sexualización de los cuerpos, sobre todo el de la mujer, considerando su pezón, de forma machista, como sexual mientras que el del hombre no.






Esto está teniendo unas consecuencias devastadoras con el nudismo, pues no solo demoniza al simple desnudo y lo presenta en la red como algo perverso, sino que, según sus "normas de contenido inaceptable", a cualquier desnudo no solo lo sexualiza, sino que lo pone al mismo nivel que la violencia, la incitación al odio o la pornografía. 





Y para mayor preocupación y contradicción, la hipocresía de Facebook está más preocupada contra el desnudo y los pezones que contra el racismo, la violencia y el odio. 

El cartel del hombre reza: "No compres a los turcos", en símil a los carteles de propaganda nazi contra los judíos en los años '30 del siglo XX. Arriba a la derecha, el mensaje: "Una de estas dos personas está violando las reglas de Facebook". Y el hashtag que ha servido de punta de lanza para la campaña: "pezones frente a racismo".

Si a esto le unimos la universalización de los teléfonos móviles, con cámaras de cada vez mayor resolución y la inmediatez de la publicación de las fotografías hechas en redes sociales, puede hacer que muchas personas tengan recelo en desnudarse ante una multitud de potenciales paparazzis malintencionados.

Ante todo esto y viendo que Facebook ha sido incluso capaz de modificar resultados de las elecciones en algunos grandes y avanzados países, está claro que el objetivo de su cruzada contra el cuerpo desnudo le serán mucho más sencillas de alcanzar, con consecuencias importantes contra el nudismo.

Y ahí andamos los nudistas, tratando de esquivar de forma imaginativa las políticas censuradoras de Facebook, para seguir fomentando, normalizando, desexualizando naturalizando y tratando de hacer ver que nuestra filosofía de vida es sana, natural, enriquecedora y alejada de cualquier tipo de perversión u obscenidad.




A pesar de ello, muchas de nuestras cuentas de Facebook e Instagram han sido censuradas, penalizadas e incluso cerradas sin base para hacerlo y sin posibilidad de poder recurrirlo, tratando de minar y desgastar nuestras fuerzas para seguir trabajando en la promoción del nudismo. Esperemos que todos los que compartimos esta filosofía de vida sigamos de forma tenaz, persistente e incansable aportando nuestro granito de arena para contrarrestar esta absurda política antinudista de las redes sociales.

Como una mínima rendija a la esperanza ha salido publicado que a finales de Octubre se reunieron varios activistas y artistas con Instagram para discutir las políticas contra los desnudos, aunque parece ser que, de momento, con nulos resultados.

P.D. El último ejemplo de censura comentada a nivel mundial, en este caso a cargo de Instagram, ha sido un momento reivindicativo de Mon Laferte en la alfrombra roja de los Premios Grammy Latino 2019, al posar ante las cámaras y mostrar su pecho desnudo, en el que estaba escrito "En Chile torturan, matan y violan". Instagram decidió censurar todas las fotos en las que exhibía sus senos, así como el hashtag o etiqueta #monlaferte que se usó para identificar sus imágenes tomadas en esa ceremonia.


Nakedu


Imágenes:

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