jueves, 26 de septiembre de 2019

¿Qué ocurre cuando el que está desnudo es el fotógrafo y no el retratado?



Se trata de un proyecto artístico que explora qué ocurre cuando hay desnudez en un entorno que nada tiene que ver con lo erótico.


Trevor Christensen lleva más de una década dedicándose a la fotografía, en particular de retratos. Una de sus últimas series se titula Nude Portraits (Retratos desnudos), pero aquí el sujeto retratado está vestido y quien va desnudo es Christensen.

“Me interesa la experiencia de las personas a las que retrato – explica Christensen – . Cuando los guío a través de una sesión, busco crear un ambiente de calma en el que se sientan cómodos, pero pese a mis esfuerzos, siempre se sienten vulnerables de uno u otro modo. Para cambiar esto, me puso yo mismo en un lugar vulnerable”.



Todos los que se han presentado para este proyecto, saben que Christensen estará desnudo y las sesiones se llevan a cabo en un sitio en el que ellos se sientan cómodos, por ejemplo su propia casa.



“Jordan fue la primera persona que fotografié…y es un amigo de la infancia. Los dos estábamos muy incómodos”.



Cada sesión dura aproximadamente unos 45 minutos. Y todo el tiempo el fotógrafo está desnudo. “A medida que avanza el rodaje – añade Christensen –, la experiencia se vuelve más cómoda, sin embargo, siempre estoy pensando en volver a ponerme la ropa”.



“Inicialmente no fue una experiencia agradable, era estresante y extraño mantener una conversación y dirigir una sesión mientras estaba desnudo. Las primeras 50 sesiones no las disfruté. Pero algo cambió con el tiempo”.



"Cuando me acostumbré al proceso, no me sentí tan intimidado por la experiencia como al principio. También noté en las expresiones faciales de los retratados que tampoco parecían reaccionar con tanta fuerza a mi desnudez. Entonces me di cuenta que cuando retratas a alguien, esa persona busca nuestra mirada para saber cómo nos sentimos. Y reacciona a ella. Así, a medida que me sentía más seguro, ocurría lo mismo con los demás”.



Para Christensen no es lo mismo retratar a una persona o a un grupo. “Cuando es solo uno, es más concentrado, pero cuando es un grupo y uno se ríe, todos comienzan a reírse y es más fácil que me ría con ellos y pierda la concentración”.



La reacción más extraña que recibió fue una completa indiferencia. “Ocurrió cuando fotografié a Kara, una modelo de fotografía erótica, que ignoró por completo que estuviera desnudo. Casi parecía aburrida”.


























Trevor ha recibido muchas reacciones positivas hacia su colección, ya que ha desatado conversaciones sobre los cuerpos, cómo procesamos la desnudez y la vulnerabilidad. 

El fotógrafo desnudo

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