miércoles, 1 de marzo de 2023

Para ser felices, vivamos desnudos


 

No existe una pócima mágica para erradicar los complejos, excepto quizás... ¡El naturismo! Observar la diversidad de cuerpos nos permitiría estar más cómodos con el nuestro y ser simplemente más felices.


"El naturismo es una forma de ser más feliz en la vida". Esta es la conclusión  de un estudio publicado en enero de 2017 en el Journal of Happiness Studies. Si andar desnudo es sinónimo de "joie de vivre", solo el 15% de los franceses se dejarían seducir por esta práctica según una encuesta de Ifop de 2014.


Estar desnudo, ¿un factor de bienestar?



Un equipo de investigadores de la Universidad Goldsmiths de Londres, dirigido por el experto Keon West, encuestó a 850 británicos para estudiar los vínculos entre el naturismo y la felicidad. Entre los encuestados, los que pasan más tiempo desnudos, o parcialmente desnudos, dijeron que  les gusta más su cuerpo  y se ven mejor a sí mismos. Esta evolución positiva de su autoestima les permitió ver la vida de manera más positiva.

La psiquiatra y sexóloga Anne Marie Lazartigues explica este fenómeno: "Creo que lo interesante cuando ves a la gente desnuda es que te das cuenta de que los demás tienen defectos. Es tranquilizador, eso da un ideal físico realista: nos sentimos mejor con nuestros cuerpos imperfectos". El cuerpo, el de verdad, el que tiene celulitis, arrugas, estrías, vello, es el que nos desinhibirá. 

¿Una terapia de felicidad gracias a la piel de naranja ajena? Sí, pero no solo. Si los seguidores del naturismo logran la realización personal gracias a esta práctica, es seguramente también porque cumplen un viejo impulso: "Si los naturistas se sienten bien, es quizás también porque satisfacen un impulso infantil de exhibicionismo, pero dentro de un marco muy específico, es decir sin desviación y sin peligro”, analiza la sexóloga.

El naturismo parece ser una fuente de felicidad, pero entonces, ¿por qué somos tan reacios a esta forma de vida?




El miedo a los "culos desnudos"

Para muchos, el naturismo realmente no atrae. Sin embargo, muy a menudo vemos cuerpos desnudos en los medios: suaves, esbeltos y sin pelo. Un nido de complejos. Entonces, ¿por qué asustarse o avergonzarse de la idea de acabar en una playa nudista? “Siempre nos da vergüenza cuando vemos, en la playa por ejemplo, un grupo de naturistas. No es tanto el hecho de que los cuerpos estén desnudos, sino que estamos fuera del grupo. Tenemos la impresión de ser un voyeur, o nos desnudamos con ellos o no los vemos”, descifra el psiquiatra.

Pero también es una cuestión de pudor: "Los niños están orgullosos de mostrar su cuerpo. No son modestos. El pudor viene con la educación, entonces tienes miedo de mostrar tu cuerpo".

Además de este obstáculo para nuestra educación y nuestra modestia, si el naturismo puede avergonzar a algunos, es también porque tienden a sexualizar la situación. "En los grupos naturistas, si no hay malestar es porque no hay erotización. No es una fantasía para ellos, sino se llama libertinaje. Y desde fuera tendemos a erotizar esta práctica", indica Anne. María Lazartigues.

Si conseguimos deshacernos de este pudor y de este erotismo, el naturismo podría ser una especie de cura desintoxicante de los mandatos físicos, el antídoto de los complejos y simplemente un encuentro con la realidad del cuerpo humano.

Fuente: https://www.marieclaire.fr/pour-etre-heureux-vivons-tout-nu,848733.asp

Nota: La primera fotografía es del artículo y el resto proceden de google. Si encuentras alguna tuya y no deseas que esté en nuestro blog, avísanos y la eliminaremos.

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