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Faro de Gata |
En el anterior artículo describimos las playas que visitamos
de la parte norte del Cabo de Gata. En este os vamos a mostrar las calas y
playas situadas en el paraje del campillo del Genovés, cercanas a San José.
Nosotros decidimos hacer toda la ruta andando. Partiendo de San José, os
vamos a ir comentando cada una de ellas, según orden en que se encuentran en
esta ruta, desde Genoveses hasta la Cala de la Media Luna.
Playa de los Genoveses
Es la primera playa que te encuentras una vez sales de San José y una de
las playas más grandes del Cabo de Gata. Tiene una longitud de algo más de 1
km, es bastante ancha, su arena es dorada y fina y el agua transparente,
cristalina y de un azul turquesa precioso. Al estar cerca de San José y su
acceso ser fácil y cómodo suele ser una playa familiar. Si te desplazas hacia
su parte sur, la playa presenta un montículo continuándose con otra segunda cala
de la misma, donde se suelen encontrar más nudistas.
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Playa de los Genoveses, parte izquierda vista desde el montículo. |
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Playa de los Genoveses, parte derecha vista desde el montículo |
Saliendo por el extremo derecho de la playa nos encontramos con el Morrón de
los Genoveses, que es un promontorio volcánico que cierra por el sur la bahía
de los Genoveses.
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Morrón de los Genoveses, desde la playa |
Cala de los Amarillos
Una vez dejamos atrás la Playa de los Genoveses, y cruzando el Morrón de
los Genoveses nos encontramos con la Cala de los Amarillos. Es una cala pequeña
de unos 50 metros de longitud, donde las paredes de su montaña tiene un color
amarillento, siendo su arena fina y oscura. No pudimos bajar a ella, pues no
encontramos ningún sendero que fuera accesible para llegar.
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Cala de los Amarillos, llegando desde el Morrón de los Genoveses |
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Cala de los Amarillos, Morrón de los Genoveses al fondo |
Cala del Príncipe
Después de los Amarillos y siguiendo un sendero por el Cerro del Barronal,
llegaremos a la Cala del Príncipe. El camino para llegar a ella es abrupto y en
algún momento sentimos un poco de vértigo, pues se camina cerca del acantilado
y hacía mucho aire, lo que nos impedía andar con toda la seguridad que nos
hubiera gustado, aunque sin viento el camino debe ser mucho más tranquilo y
placentero. Para llegar a ella es muy importante llevar buen calzado y tener mucho
cuidado durante el camino, pero una vez que la alcanzas y ves tanta belleza
natural en tan recóndito lugar, merece la pena quedarte y disfrutar de ella un
buen rato, como así hicimos nosotros. Había gente desnuda y nosotros los
acompañamos de la misma forma.
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Cala del Príncipe |
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Disfrutando de la Cala del Principe |
La cala es pequeña, puede tener unos 50 metros de larga, pero es bastante ancha.
Su arena es fina y oscura.
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Cala del Principe al alejarse de ella |
Cala Chica
Tras la cala del Príncipe y andando de nuevo por los senderos del Cerro del
Barronal, llegamos a Cala Chica. Es una cala de unos 200 metros de longitud,
con una enorme duna en medio, que debido a su dificultad de acceso presenta un
nivel de ocupación bajo, lo que favorece el nudismo, aunque tiene bastante
tránsito de personas. Su arena es fina y oscura y el agua muy límpia.
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Duna de entrada a Cala Chica |
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Cala Chica |
En su parte final a la derecha tiene dos bonitas rocas que parecen formar
casi un arco entre ellas.
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Rocas de Cala Chica |
Cala Grande
Continuando por un sendero rocoso entre la pared de cerro y el mar,
llegamos a Cala Grande.
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Sendero rocoso junto al mar |
Es una cala de similares características que la
anterior, con arena fina y oscura, presentando
un entrante del cerro que le hace tener dos partes, la primera más ancha
y profunda y la segunda formando como una pequeña calita. Su nivel de ocupación
también es bajo, había nudismo y también transito de personas.
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Cala grande vista desde su parte norte |
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Cala Grande visto desde su parte sur |
Cala del Lance
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Cala del Lance |
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Junto a formaciones basálticas en columnas |
Seguimos caminando por el sendero junto al mar y llegamos a la Cala del
Lance. Es una magnífica cala en un lugar recóndito ideal para los amantes de la
naturaleza y de la tranquilidad. Tiene diversas formaciones basálticas en forma
de columnas, sobre todo en su parte izquierda, que combinan con la arena fina y
oscura y aguas transparentes.
A mi personalmente esta cala me enamoró. En ella hicimos un buen alto en el
camino, nos bañamos, a pesar de que el agua estaba bastante fresca, tomamos un
tentempié y coincidimos con bastantes nudistas.
En su parte derecha presenta también más formaciones basálticas que forman
como pequeñas cuevas, que pueden servir de resguardo cuando el viento es
importante.
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Formaciones en forma de cuevas |
Playa del Barronal
Salimos de la Cala del Lance y tomamos
de nuevo los senderos del Cerro del Barronal, cuyo nombre proviene de la
presencia del Barrón, típica planta de esta zona.
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Playa del Barronal desde su parte norte |
La playa del Barronal es amplia, con una longitud de unos 300 metros, cuyos laterales están ocupados por formaciones rocosas de origen basáltico, que hacen evidente su origen volcánico, con sorprendentes formas. En su parte más o menos central presenta un entrante rocoso que divide la playa en dos calas. Su arena es oscura, fina y sin piedras, con unas condiciones óptimas para el baño y por su parte trasera la playa está ocupada por dunas, donde crecen pitas y otro tipo de vegetación.
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Playa del Barronal |
Es la cala de mayor tradición nudista de esta zona, además de conservar
cierto aire hippie que la hace diferente a las demás.
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Playa Barronal desde su parte sur |
Cala Peineta
Una vez que dejas la Playa del Barronal, contiuamos andando por los
senderos del Cerro del Barronal y llegamos a otra cala, Cala Peineta. Es una
playa recóndita, con una gran piedra de color amarillento en el centro, de
arena oscura y fina y las vistas de las murallas de piedra que la rodean por
los lados son impresionantes. Cala estupenda para disfrutar de la tranquilidad,
del sol y del mar.
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Cala Peineta |
Cala Palmito
Cala muy pequeña a continuación de Cala Peineta, de unos 10-15 metros de
longitud, imposible de llegar a ella a pie pues tiene como un barranco de duna
con pendiente muy pronunciada. Desde la parte superior nos costó trabajo
fotografiarla, pues hacía tanto viento que “amenazaba” con llevarse la cámara
de fotos. Igual desde Playa del Mónsul cuando el tiempo lo permita se puede
acceder a ella.
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Cala Palmito |
Playa de Mónsul
Este rincón singular es una de las playas más amplias, bonitas y, por tanto,
de las más visitadas, además de ser muy conocida por haber aparecido en
multitud anuncios comerciales y películas, y entre ellas, la más conocida es la
escena de Indiana Jones y la última cruzada (1989), donde Sean Connery con su paraguas levanta una bandada de
gaviotas y consigue estrellar el avión alemán que le perseguía a él y a su
hijo.
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Playa de Mónsul |
Esta playa es en la que mejor queda reflejado el origen volcánico de la
misma, siendo las rocas que la rodean enormes lenguas de lava que llegaron
hasta el mar y que el agua y el viendo han ido erosionando.
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Playa de Mónsul y Peineta |
Tiene unos 400 metros de longitud y en su parte central presenta una enorme
roca o tómbolo con una forma peculiar, conocido como “la peineta”, dándole al conjunto un atractivo visual enorme. Sus aguas son de gran calidad y la arena es
fina y oscura, cerrando la playa por una enorme duna.
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Playa Mónsul y duna |
Cala de la Media Luna
Es una cala que está a continuación de la Playa de Mónsul, y a la que se
puede acceder fácilmente a través de un sendero bastante plano y señalizado que
parte desde la parte de atrás de la playa de Mónsul. No tengo claro si su
nombre proviene por que tiene forma de media luna o porque al ir llegando tiene
un aspecto lunar.
Es una cala de unos 200 metros de longitud, de arena fina y oscura.
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Entrada Media Luna, aspecto lunar |
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Cala de la Media Luna |
Aquí terminó nuestra visita a este paradisiaco
Parque Natural del Cabo de Gata-Níjar, que nos ha enamorado y al que hemos
prometido volver para seguir conociendo sus parajes y calas naturales.
Esperamos que cuando lo leáis y veáis las fotografías, a vosotros también os
conquiste y queráis visitarlo, disfrutarlo desnudos y cuidarlo para que esta maravilla de la
naturaleza se conserve.
Nakedu
El paseo que describís es de mis favoritos del mundo mundial. Es una gozada llegar a algunas de las calas más aisladas (desde El Príncipe al Lance) incluso en pleno agosto y estar casi solo, por supuesto desnudo.
ResponderEliminarPero no se lo digáis a nadie ;-)
Carlos cada cala de esta ruta tiene su encanto. Es una maravilla. Mantengamos el secreto y seguiremos disfrutándolas desnudos ;)
EliminarGracias por tu comentario.
Se nota, que disfrutasteis muchísimo y recargasteis las pilas, el pasado puente de mayo. No es de extrañar con ese paseo tan bonito y agradable.
ResponderEliminarSi, fueron unos días estupendos y disfrutar de estos lugares es obligado, tan naturales, tan bonitos, tan tranquilos, son una maravilla de la naturaleza.
EliminarGracias por tu comentario.
Gracias Eduardo por descubrirme lo que hay más allá de Los Genoveses, Barronal y Monsul. Pienso verlo por mi mismo en un futuro próximo.
ResponderEliminarHola Alberto, gracias a ti por seguirnos. Hay tanto que descubrir y disfrutar en el Cabo de Gata!! Me alegro de haber despertado esas ganas de ir, ganas que yo también tengo de volver a ese paraíso. Un abrazo!!
EliminarEstupendo reportaje,lo conozco desde hace años y aunque se esta masificando no perdamos ese espacio naturista ,pues mucha gente va con esa intencion y se encuentra aislada entre textiles.Si se resiste no se pierde la batalla siempre hay alguien que secunda
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