David nació en Zamora en el seno de una familia acomodada y uno de los primeros recuerdos que tiene de su infancia es el estar delante de la cámara de su padre. Durante los largos minutos que tenía que estar posando inmóvil frente a su Yashica pudo darse cuenta de que el mirar el mundo a través de un objetivo le llamaba poderosamente la atención. Sin embargo, tuvieron que pasar casi 25 años hasta que por fin tuvo su primera cámara réflex y, prácticamente sin saber manejarla, comenzó a explorar el mágico mundo del erotismo, intentando plasmar siempre la sensualidad del desnudo frente a la omnipresente sexualidad.

Nos cuenta que sus estudios sobre fotografía no son muchos, apenas un curso de 9 meses en la casa de la cultura de Collado Villalba (Madrid), donde expuso sus dos primeras obras en 2013, así como otro de iniciación al Photoshop en la academia Strobist de Alpedrete (Madrid). Aún así, estos años que lleva haciendo fotografía a todo tipo de modelos que han accedido a posar delante de su cámara, le han servido como excelente escuela.

En 2014 creó junto con otros amigos artistas la revista de fotografía online BRESS (www.bressmag.com), de la que vieron la luz cuatro números. Aunque no se dedica a ella profesionalmente, la fotografía es para él sin duda la mejor de las evasiones.

Ahora estrena su propia página web: https://davidsemuret.com/

"La fotografía es una manera de estar en contacto con la naturaleza, de explorar increíbles lugares abandonados y de desnudar tanto en cuerpo como en alma a mis modelos a través de mi cámara sin necesidad de poner un dedo sobre ellos."

¿David cómo te iniciaste en la fotografía y cómo te empezaste a interesar en la fotografía de desnudo artístico?

_Siempre he tenido una parte artística dentro de mí que pedía a gritos expresarse. De pequeño empecé con la pintura y el dibujo, para luego seguir con la escritura. Posteriormente los estudios técnicos que realicé hicieron que estas necesidades artísticas se quedasen un poco aparcadas hasta que, ya trabajando, me fui a vivir a un pueblo segoviano de la sierra de Guadarrama. Allí me di cuenta de que necesitaba empezar a ver el mundo a través de un objetivo para poder así plasmar momentos únicos. Me compré una cámara réflex y casi sin apenas saber usarla comencé a hacer fotos en maravillosos entornos olvidados que me encontré por la sierra. Sólo faltaba el cuerpo humano para poder transmitir todo lo que quería, por lo que comencé a integrarlo sin ningún tipo de tapujo ni prenda innecesaria.

¿Qué relación crees que tiene con el nudismo si es que la tiene?

_El nudismo es algo que me complementa, es una sensación maravillosa el poder mostrarse tal y como uno es y poder estar en comunión con la naturaleza con los pies descalzos tocando la tierra. Es un estado natural en el hombre, perfectamente compatible con otras facetas de nuestra vida de aspecto más social, sin ningún ápice de perversión en él. La mochila cultural y religiosa que mucha gente lleva encima hace que les resulte imposible entender ni un desnudo en una fotografía, ni una persona desnuda en una playa o en el campo. Por eso mi fotografía pretende naturalizar el desnudo y el nudismo como algo intrínseco a nuestro ser y a nuestro desarrollo personal.

¿Qué quieres mostrar, qué objetivos buscas?

_Mis fotografías únicamente pretenden algo tan sencillo y a la vez complicado como transmitir una sensación. Ya sea tranquilidad, sosiego, calma… como soledad, fugacidad, decadencia… Lo importante es que la genta al verlas sienta algo. Personalmente una sensación muy recurrente que a mí me produce mientras realizo las sesiones, obviamente influido por mis ubicaciones, es la de lo efímero que es el ser humano y sus creaciones, y lo inevitable del paso del tiempo y de los cambios que ello conlleva.

¿Qué te inspira, qué tipo de "modelos" son los que te interesan?

_No tengo ningún modelo “fetiche”. Hasta la fecha el 90% de mis sesiones han sido a hombres, principalmente porque son los que más dispuestos están a desnudarse frente a mi objetivo. Sin embargo disfruto mucho cuando puedo disponer de una mujer como modelo, ya que creo que tenemos muy asumido como canon de belleza histórico el hecho de ver a una mujer desnuda en el arte. Por eso también intento normalizar el hecho de ver un cuerpo masculino desnudo, siempre más denostado a lo largo de los años. En general me parecen fotogénicos tanto cuerpos más armónicos como aquellos menos estandarizados. He tenido modelos con cuerpo de escándalo con los que me sentía como un escultor y también otros cuerpos mucho más cotidianos con los que han salido sesiones increíbles. Al fin y al cabo, la fotografía es luz y ángulo, y el cuerpo tiene ángulos maravillosos. Y si encima están desnudos, mejor manera de presentarlos tal y como son.

Un proceso interno para reconciliarse con su cuerpo

¿Cuál es la reacción de los modelos al proponerles que se desnuden?

_Todos vienen interesados en una sesión de desnudo artístico, por lo que saben que tarde o temprano se tendrán que quitar la ropa. Algunos además me consta que lo hacen como proceso interno para reconciliarse con su propio cuerpo. Sus reacciones en ese momento son variadas, aunque la mayoría noto que se sienten bastante cómodos en ese estado. Aquellos en los que noto más pudor intento por todos los medios que se sientan a gusto y que se olviden de que no llevan ropa encima, cosa que siempre sucede a los pocos minutos.

¿Es fácil encontrar modelos para que posen en tus fotografías?

_En general he de decir que sí. Actualmente tengo una lista de gente que me ha comentado que le gustaría hacerse fotos conmigo y a los que espero ir viendo pasar delante de mi objetivo. Las redes sociales además hoy en día hacen que sea muy fácil conectar con potenciales modelos.

¿Quienes crees que está más dispuestos a participar en una sesión de fotos desnudos, los hombres o las mujeres?

_Como he comentado antes me resulta más fácil encontrar modelos masculinos, en general creo que tienen más facilidad para quitarse la ropa frente a un desconocido, aunque también hay honrosas excepciones de mujeres y chicas a las que les ha encantado posar para mí.

Experiencias positivas

¿Suele ser una experiencia positiva?

_El 99% de mis experiencias fotográficas han sido más que positivas. No solo por explorar sitios abandonados o naturales increíbles, sino también por interactuar con gente que en la mayoría de las ocasiones apenas conozco más que por cibermensajes. Muchos de los que he fotografiado, se han convertido actualmente en amigos, algo que me alegra mucho.

¿Alguna experiencia negativa?

_Por suerte solo recuerdo dos. Al fin y al cabo, los modelos es gente como tú y como yo, con sus virtudes y defectos. Y en dos ocasiones lo segundo resultó ganar con creces a lo primero, por lo que el sabor final de la sesión fue agridulce. Pero vamos, afortunadamente es algo anecdótico.

¿Alguna anécdota que nos quieras contar?

_Una única vez no pude realizar la sesión que iba a hacerle a un amigo pintor porque apareció la policía en el lugar abandonado en el que nos encontrábamos, un enorme monasterio de los años 70 cerca de Madrid. Siempre entro en aquellos lugares donde sé que se puede entrar sin problema, sin tener que acceder a la fuerza, y soy muy respetuoso con el entorno (es una premisa básica entre los que nos gusta el denominado urbex: exploración urbana), pero en aquella ocasión tuvimos que cancelar la sesión y esperar a que se marchasen, por lo tanto lo que pintaba como una sesión espectacular se quedó en agua de borrajas.

¿Cómo ha evolucionado tu trabajo con los años?

_Pues no se decirte la verdad. Yo veo una línea expositiva bastante continuada. Como en todo he cogido experiencia y madurez, y eso seguro que en parte se tiene que notar.

¿Tienes programada alguna exposición próximamente?

_Justo esta semana me han contactado para participar en una exposición colectiva sobre el desnudo en un spa de Madrid. Aún estoy a la espera de cerrar un poco condiciones para finalmente lanzarme a ella.

Desexualizar la desnudez

¿Eres nudista? Si lo eres, ¿Fue el nudismo el que te inspiró para realizar fotos de desnudos?

_Sí, practiqué nudismo por primera vez en Canarias con 19 años y me pareció una sensación tan fascinante que nunca la abandoné. Eso si, no soy un nudista 24 horas al día los 7 días de la semana. Como todo, hay momentos que me inspiran más a quitarme la ropa que otros (bueno, y que no haga frio jeje). Yo creo que eso sí que hizo que viese el cuerpo desnudo como algo bello que complementaba totalmente mis fotografías.

¿Crees que fotografiar desnudo ayuda a desexualizar la desnudez?

_Confío en que sí. El nudismo no implica necesariamente que quieras tener sexo, y un cuerpo desnudo va mucho más allá que unos genitales al aire, es un conjunto fascinante que nos representa tal y como somos: carnales y efímeros.

La exposición de fotografías de cuerpos desnudos de todo tipo, ¿crees que ayuda a la aceptación del propio cuerpo?

_Por supuesto. Los cánones de belleza están para romperlos. Supermodelos hay unos pocos, el resto somos gente cotidiana con nuestros michelines, pelos rebeldes y granitos, y no hay nada de malo en ello.

Y por último ¿hay algo que quieras añadir, teniendo en cuenta que nuestro blog se dirige a un público nudista?

_Agradeceros en especial esta oportunidad para dar a conocer un poco mi obra. Espero que el mensaje que les llegue al resto de nudistas sea en parte de orgullo por formar indirectamente parte de este movimiento de normalización del desnudo.

Muchas gracias David, aunque nos conocemos desde hace muchos años siempre es un placer hablar contigo y saber mas cosas de ti y de tu obra.

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